Nuestros servicios de odontología general incluyen la periodoncia, que se enfoca en prevenir y tratar enfermedades periodontales, así como la endodoncia, que trata problemas relacionados con el nervio dental y la pulpa. También ofrecemos tratamientos para las caries dentales, con opciones que incluyen la reconstrucción dental y la odontología conservadora.
Para nuestros pacientes más jóvenes, contamos con servicios especializados en odontología infantil, enfocados en la prevención y tratamiento de problemas dentales comunes en niños y adolescentes. También ofrecemos soluciones para el ronquido y la halitosis, con tratamientos personalizados que ayudan a nuestros pacientes a sentirse más seguros y cómodos en su vida diaria.
Además, ofrecemos un test genético bacteriológico periodontal, que nos permite determinar la causa exacta de los problemas periodontales y crear un plan de tratamiento personalizado para cada paciente. En resumen, en Atica Dental nos enfocamos en ofrecer un tratamiento de odontología general completo y personalizado, para garantizar la salud bucodental de nuestros pacientes y su bienestar general.
En la primera visita realizamos una radiografía panorámica (de toda la boca) lo que nos ayuda a realizar un buen diagnóstico. Habitualmente es necesario un mínimo de 30 minutos para hacer una historia clínica completa, explicar la necesidad de realizar algún tipo de tratamiento, comentar todas las posibilidades y alternativas de tratamiento y entregar un presupuesto aproximado.
En general, la mayoría de nuestros pacientes acuden dos veces al año a sus visitas de mantenimiento. En estas visitas se realiza una profilaxis completa y además se actualiza la historia clínica del paciente en busca de posibles recidivas o caries.
Sin embargo, en función de las características propias de cada paciente como serían el padecer algún tipo de enfermedad de carácter general, ser fumador o presentar una alta susceptibilidad genética, este lapso de tiempo podría reducirse hasta un máximo de 4 visitas al año, es decir cada 3 meses.
Los dientes de los fumadores se tiñen debido a la acción del tabaco, ya que el alquitrán y la nicotina se disuelven en la saliva y se fijan en la superficie del diente. El tabaco reduce la vascularización de las encías provocando una pérdida de encía y hueso, lo que hace al fumador más propenso a la aparición de sarro y gingivitis, ya que también altera y actúa sobre la flora microbiana de la boca. Además, el humo lesiona la mucosa bucal, pudiendo degenerar en carcinomas. Su consumo está relacionado con la aparición de la halitosis (mal aliento).